Un aceite esencial se puede utilizar por vía externa o interna. En esta entrada me gustaría repasar las diferentes posibilidades (atención, la vía interna solo debería ser utilizada bajo prescripción de un profesional o con experiencia y conocimiento previos, hay productos ya preparados que podrías investigar).
Vía Interna: vía oral (productos ya preparados, una gotita en un trocito de azúcar o cucharada de miel), rectal (supositorio), vaginal (óvulo)
Vía Externa
- Inhalación: el método más utilizado, ya sea para aromatizar un espacio o para encontrar el bienestar y el equilibrio. Se pueden verter unas gotitas del aceite esencial en un bol de agua hirviendo, poner el aceite en un pañuelo o sobre la almohada, oliendo en un toque aromático del propio frasco…
- Difusión: los aceites esenciales no deben quemarse, pues se destruyen algunas de sus propiedades. Por ello es mejor utilizar difusores eléctricos.
- Vía cutánea: ya sea a través del masaje o de la aplicación en puntos específicos (recordad la importancia de diluir los aceites en un aceite vegetal y de hacer el test de tolerancia)
¡No os perdáis las próximas entradas! ¿Qué me decís de un baño aromático? ¿O de una mascarilla de arcilla con aceites esenciales?
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