No podemos imaginar una novia sin su ramo. Las flores y las plantas escogidas nos dan pistas de su personalidad, de sus gustos… Pero antiguamente no era el padrino el que le entregaba el ramo a la futura esposa.
La tradición marcaba que era la madre del novio la que llevaba un gran ramo de plantas y flores a la que iba a ser su nuera… y ésta debía dar nombre y conocer las propiedades curativas de aquellas hojas y tallos demostrando que era depositaria de las antiguas tradiciones y que podría prevenir y cuidar con mimo las dolencias de su marido y sus futuros hijos.
Las plantas aromáticas y medicinales han sido utilizadas durante siglos. Y ellas nos han hecho el mejor regalo: los aceites esenciales. La quintaesencia, el elixir potente y concentrado de su espíritu. Y hoy, la aromaterapia científica se está haciendo un hueco...
Compartamos sus propiedades en un mágico viaje aromático…
Que bonito tu blog, creo que vamos a estar mucho tiempo por aqui leyendo, ...
ResponderEliminarMuchos besitos!!!!!!!!