Mostrando entradas con la etiqueta bronceado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bronceado. Mostrar todas las entradas

jueves, 7 de junio de 2012

Un aceite para el verano, ZANAHORIA


El aceite esencial de Zanahoria se extrae de las semillas de este vegetal tan rico y tan nutritivo (que yo no soporto hervido, no hay manera… ;) y es un auténtico lujo para la piel ya que tiene un gran poder antiarrugas. Cierto es que no es uno de los aceites que quizá tengamos más a mano pero no está de más conocer sus propiedades para poder probarlo y disfrutar de sus propiedades…

Aceite esencial quimiotipado de Zanahoria (Daucus carota)

El aceite esencial de Zanahoria es hipertensivo, es decir, aumenta la tensión, por lo que está indicado en personas hipotensas, que se marean debido a bajadas de tensión, por ejemplo. También es tonificante y se utiliza para subir el ánimo en caso de fatiga, ya sea física o mental. Es un aceite muy interesante por su poder regulador a nivel de hígado y riñones por lo que será utilizado en masajes sobre los órganos mencionados, aunque a nivel general ayuda a eliminar toxinas (es depurativo), a mejorar las digestiones…

A nivel de la piel nos encontramos con un aceite esencial cicatrizante y regenerante que creará excelentes sinergias para ayudar en el tratamiento de eccema y acné, por ejemplo. También está indicado para pieles secas, con arrugas o que presentan manchitas y ayudará a luchar contra la celulitis.
Es un aceite que da un efecto “buena cara” a las pieles apagadas, sin vida. Y además, es un complemento perfecto, tanto al hidrolato de Zanahoria como al macerado de Zanahoria, en cuidados tanto para después del sol como para preparar la piel al bronceado.

¿Un ejemplo?

Bálsamo nutritivo para pies secos

En verano se resecan los pies y nada mejor que un buen masaje. Podéis preparar un bálsamo regenerante para conseguir unos pies fresquitos e hidratados con los siguientes ingredientes:

- 50 g de manteca de karité.
- 30 ml de aceite vegetal de rosa mosqueta (podéis poner el aceite vegetal que tengáis o que más os guste)
- 20 ml de macerado de caléndula (u otro aceite vegetal)
- 1 gota de aceite esencial de Zanahoria (Daucus carota)
Por supuesto, nuestra querida Lavanda Verdadera será un gran sustituto si no tenemos el de zanahoria cerca.

Como con cualquier aceite esencial, hay que ser prudente y conocer las precauciones de uso, así como consultar a los profesionales ante cualquier duda.
Y ya sabéis… si queréis más recetas caseras no dudéis en visitar Lavanda y Chocolate.

jueves, 10 de mayo de 2012

Sol, Bienestar y Aromaterapia


Me he encontrado con un fantástico escrito sobre el Astro Rey y no podía esperar más a compartir con vosotros algunos apuntes que nos ayudarán este verano a protegernos más y mejor de los nocivos rayos solares. ¿Nocivos?
Necesitamos la luz solar, nos recarga, nos da fuerza, nos aporta calidez y además nos broncea (tapando pequeñas imperfecciones, jisjis) pero a la vez una exposición excesiva nos puede hacer daño y nos tenemos que proteger.

¿Qué tenemos que saber sobre el Sol?

El Sol emite las ya conocidas ondas electromagnéticas, las que son visibles (luz) y las que se escapan a nuestra visión (las infrarrojas y las ultravioletas)
Son los rayos UV (ultravioletas) las que tenemos que tener vigiladas, ya sean los UVB (que penetran poco en la piel pero con gran energía, sobre todo en zonas de gran altitud, pudiendo causar alteraciones en las células de la epidermis y provocar eritemas solares o “golpes de calor”) o los UVA (menos energéticos pero que penetran más profundamente en la piel, responsables del envejecimiento cutáneo)


Las cosas buenas

- El baño de sol: un auténtico placer diario con fin terapéutico, diez minutos al día bastarán para permitir la síntesis de vitamina D (esencial en procesos inmunitarios, de acción protectora), dotarnos de cálida energía (sensación de bienestar indicada en casos de estrés, tristeza, cansancio) y cuidar nuestra piel (fantástico en caso de eccema, psoriasis)
Sin olvidar que la luz solar también interviene en la producción de melatonina, hormona que regula el ciclo de sueño (¡y si dormimos bien, sonreímos más!

- El bronceado: reacción natural de defensa contra los rayos UV, se trata de un proceso lento debido a la producción de melanina que nos dotará de mayor protección ante la exposición. Conseguir un halo dorado está en nuestra mano incluso usando una protección muy elevada gracias a la exfoliación, uso de ingredientes que lo aceleren de manera natural, que den un color saludable a nuestra piel, tomando alimentos ricos en ácidos grasos y antioxidantes, exponiéndonos progresivamente al sol…


Las cosas no tan buenas

- El envejecimiento prematuro y las manchas de la piel: pérdida de firmeza, arrugas, manchas… Podría parecer algo superficial el preocuparse por las arrugas causadas por el sol pero el hecho de tenerlas implica que quizá no nos estamos protegiendo como deberíamos y otros problemas más graves podrían llamar a la puerta. ¡Evitémoslo!

- Calor y deshidratación de la piel: sí, sí, el calor en exceso tampoco es bueno. Hay que hidratarse con frecuencia sobre todo si queremos evitar mareos, malestar…

- Disminución de las defensas inmunitarias a nivel de la piel.

- El golpe de calor: se trata de una quemadura grave debido a una exposición muy intensa por lo que se observará inflamación, dolor, rojez… Este tipo de exposición no creará melanina y la piel será aún más reactiva ante el sol. Se puede notar también mareo, dolor de cabeza, náuseas… Ante cualquier quemadura en la piel, visita al médico o farmacéutico.

- Cáncer de piel: nuestro organismo lucha contra los cambios a nivel celular provocados por una exposición solar agresiva pero cuando las exposiciones son frecuentes o muy intensas los mecanismos de defensa podrían dejar de funcionar. ¡Hay que cuidarse mucho!


Elegir una buena protección

Es indispensable conocer nuestro fototipo (color de piel) y saber si tenemos sensibilidad a la luz solar, intolerancia e incluso recordar que hay sustancias fotosensibilizantes: algunos aceites esenciales de los que ya os he hablado (las esencias cítricas), medicamentos o cosméticos…
De esta manera podremos escoger una protección solar adaptada a las necesidades personales de cada piel así como a las condiciones de la exposición (mar, montaña, nieve, arena, hora, durada, si nos vamos a bañar…)
Es muy importante poner una cantidad generosa de crema protectora, exponernos al sol de forma gradual, evitar tomar el sol de 12 a 16 horas, llevar gafas oscuras, gorrito, beber mucho líquido…


Sol y Aromaterapia

Recordad que si estáis usando aceites esenciales es mejor ser precavidos en cuanto a la exposición solar. En cuanto a protección, los aceites vegetales (sésamo, frambuesa, oleína de karité, manteca de karité) son una buena opción para hidratar nuestra piel antes de salir de casa así como a la vuelta, después de la exposición solar. Increíbles también para proteger el cabello y así evitar comprar productos específicos (caros y químicos) para este fin.
En caso de escozor, podemos utilizar los hidrolatos de menta, manzanilla o aciano, el aceite esencial de lavanda, el macerado de caléndula, la manteca de cacao…


No dudes en pasarte por el blog Lavanda y Chocolate donde encontrarás recetas muy interesantes para cuidar la piel antes y después de tomar el Sol.

Fuente: aroma-zone / medline

lunes, 13 de junio de 2011

Hidrolatos "after-sun", ¡que el Sol no queme tu piel!


Lo más importante: ¡no dejes que el Sol queme tu piel!

Se puede adquirir un bronceado bonito sin necesidad de exponernos a riesgos futuros.

Aún y así, si ya te has quemado, los aceites esenciales pueden ser una solución aromática para calmar las quemaduras y aliviar la piel.

Yo os propongo una mezcla de hidrolatos que es muy sencilla porque además los hidrolatos propuestos suelen ser de los más versátiles por lo que comprarlos y tenerlos en casa para diversos usos es una gran inversión:


- 25 ml de Hidrolato de Manzanilla
- 50 ml de Hidrolato de Lavanda Verdadera
- 25 ml de Hidrolato de Rosa Damascena 


Podéis refrescar la mezcla bajo agua fría. Se aplica un par o tres de veces al día en vaporización o empapando una compresa que colocaréis sobre la zona a tratar.Aún y así, con tan solo el hidrolato de Lavanda… ¡ya notaréis el efecto calmante! Y es un fantástico “aftersun” natural que hidratará la piel después de un día de playa o montaña, aunque no se haya producido ningún tipo de quemadura.


¡Y os perfumará de manera increíble!