¿Quién no ha oído hablar de los aceites esenciales?
Hoy en día hay mil marcas que los comercializan y se pueden encontrar en grandes superficies, farmacias y parafarmacias, herbolarios, tiendas de dietética, pequeñas perfumerías…
Incluso hay muchos productos cosméticos que los utilizan entre otros ingredientes y la prensa femenina no deja de alabar sus cualidades en artículos más o menos acertados.
Para los que los utilizamos con frecuencia saber que la gente puede empezar a conocerlos y amarlos como nosotros es un gran paso. Pero el hecho de que estén fácilmente a nuestro alcance y de que podamos beneficiarnos de sus propiedades no implica que no haya que tomar ciertas precauciones. ¡Siempre hay que ser cautos en su uso!
Cada persona es un mundo. Incluso el aceite esencial más inocuo, aquel que se puede utilizar directamente sobre la piel sin diluir, puede producir sobre una persona en concreto una reacción alérgica. En la cajita del aceite se explican unas cuantas precauciones a tener en cuenta pero son muy generales y no suelen hablar del producto en concreto.
Por ello es muy importante tener presentes estas indicaciones:
CALIDAD: utilizar aceites esenciales de marcas reconocidas y que ofrezcan consejo a sus clientes de manera cercana. Los aceites deben estar bien etiquetados, de manera que podamos conocer sus moléculas químicas y la procedencia de la planta utilizada.
CANTIDAD: hay que respetar las dosis y temporalidad indicada por el terapeuta.
MANTENER FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS: un armario alto será perfecto, ¡allí donde sus manitas no estén tentadas de jugar con esos botes que desprenden unos aromas tan ricos! De esta manera también mantenemos nuestros aceites en un lugar seco y al abrigo de la luz solar.
TEST DE TOLERANCIA: de un laboratorio a otro, de un aceite a otro (incluso el mismo aceite cuando no proviene del mismo lote), puede haber diferencias. Los aceites esenciales tienen muchísima afinidad por la piel y penetran inmediatamente.
Por tanto, es recomendable poner una gotita del aceite esencial detrás de la oreja o en la cara interna del codo y esperar unos minutos. Si la piel reacciona, si sale algún granito, pica o se pone roja, ¡no utilizar nunca puro ese aceite!
CONTACTO CON LOS OJOS O MUCOSAS: lavar la zona inmediatamente con agua fresca, dejando caer el chorro con fuerza para eliminar el producto. A continuación cubrir la zona durante varios minutos con una compresa o paño empapado en aceite vegetal (como el de oliva) y consultar con el médico.
INGESTA ACCIDENTAL: aunque normalmente se recomendaba la ingesta de aceite vegetal es mejor llamar rápidamente al servicio de urgencias de toxicología (91.562.04.20) y acudir al médico. Se recomienda guardar siempre los frascos bien etiquetados para que el servicio médico pueda consultarlos.
¡Ya sabemos un poquito más!
Un saludo.
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