Me he encontrado con un fantástico escrito sobre el Astro
Rey y no podía esperar más a compartir con vosotros algunos apuntes que nos
ayudarán este verano a protegernos más y mejor de los nocivos rayos solares.
¿Nocivos?
Necesitamos la luz solar, nos recarga, nos da fuerza, nos
aporta calidez y además nos broncea (tapando pequeñas imperfecciones, jisjis)
pero a la vez una exposición excesiva nos puede hacer daño y nos tenemos que proteger.
¿Qué tenemos que saber sobre el Sol?
El Sol emite las ya conocidas ondas electromagnéticas, las
que son visibles (luz) y las que se escapan a nuestra visión (las infrarrojas y
las ultravioletas)
Son los rayos UV (ultravioletas) las que tenemos que tener
vigiladas, ya sean los UVB (que penetran poco en la piel pero con gran energía,
sobre todo en zonas de gran altitud, pudiendo causar alteraciones en las
células de la epidermis y provocar eritemas solares o “golpes de calor”) o los
UVA (menos energéticos pero que penetran más profundamente en la piel,
responsables del envejecimiento cutáneo)
Las cosas buenas
- El baño de sol: un auténtico placer diario con fin
terapéutico, diez minutos al día bastarán para permitir la síntesis de vitamina
D (esencial en procesos inmunitarios, de acción protectora), dotarnos de cálida
energía (sensación de bienestar indicada en casos de estrés, tristeza,
cansancio) y cuidar nuestra piel (fantástico en caso de eccema, psoriasis)
Sin olvidar que la luz solar también interviene en la
producción de melatonina, hormona que regula el ciclo de sueño (¡y si dormimos
bien, sonreímos más!
- El bronceado: reacción natural de defensa contra los rayos
UV, se trata de un proceso lento debido a la producción de melanina que nos
dotará de mayor protección ante la exposición. Conseguir un halo dorado está en
nuestra mano incluso usando una protección muy elevada gracias a la
exfoliación, uso de ingredientes que lo aceleren de manera natural, que den un
color saludable a nuestra piel, tomando alimentos ricos en ácidos grasos y
antioxidantes, exponiéndonos progresivamente al sol…
Las cosas no tan buenas
- El envejecimiento prematuro y las manchas de la piel:
pérdida de firmeza, arrugas, manchas… Podría parecer algo superficial el
preocuparse por las arrugas causadas por el sol pero el hecho de tenerlas
implica que quizá no nos estamos protegiendo como deberíamos y otros problemas
más graves podrían llamar a la puerta. ¡Evitémoslo!
- Calor y deshidratación de la piel: sí, sí, el calor en
exceso tampoco es bueno. Hay que hidratarse con frecuencia sobre todo si
queremos evitar mareos, malestar…
- Disminución de las defensas inmunitarias a nivel de la
piel.
- El golpe de calor: se trata de una quemadura grave debido
a una exposición muy intensa por lo que se observará inflamación, dolor, rojez…
Este tipo de exposición no creará melanina y la piel será aún más reactiva ante
el sol. Se puede notar también mareo, dolor de cabeza, náuseas… Ante cualquier
quemadura en la piel, visita al médico o farmacéutico.
- Cáncer de piel: nuestro organismo lucha
contra los cambios a nivel celular provocados por una exposición solar agresiva
pero cuando las exposiciones son frecuentes o muy intensas los mecanismos de
defensa podrían dejar de funcionar. ¡Hay que cuidarse mucho!
Elegir una buena protección
Es indispensable conocer nuestro fototipo (color de piel) y
saber si tenemos sensibilidad a la luz solar, intolerancia e incluso recordar
que hay sustancias fotosensibilizantes: algunos aceites esenciales de los que ya os he hablado (las esencias cítricas), medicamentos o cosméticos…
De esta manera podremos escoger una protección solar
adaptada a las necesidades personales de cada piel así como a las condiciones
de la exposición (mar, montaña, nieve, arena, hora, durada, si nos vamos a
bañar…)
Es muy importante poner una cantidad generosa de crema
protectora, exponernos al sol de forma gradual, evitar tomar el sol de 12 a 16 horas, llevar gafas
oscuras, gorrito, beber mucho líquido…
Sol y Aromaterapia
Recordad que si estáis usando aceites esenciales es mejor
ser precavidos en cuanto a la exposición solar. En cuanto a protección, los
aceites vegetales (sésamo, frambuesa, oleína de karité, manteca de karité) son
una buena opción para hidratar nuestra piel antes de salir de casa así como a la vuelta, después de la exposición solar. Increíbles también para proteger el
cabello y así evitar comprar productos específicos (caros y químicos) para este
fin.
En caso de escozor, podemos utilizar los hidrolatos de
menta, manzanilla o aciano, el aceite esencial de lavanda, el macerado de
caléndula, la manteca de cacao…
No dudes en pasarte por el blog Lavanda y Chocolate donde
encontrarás recetas muy interesantes para cuidar la piel antes y después de tomar el Sol.
Fuente: aroma-zone / medline
Yo ya estoy preparada con mis cremas solares! :P besos y una entrada genial!
ResponderEliminarComo ya te dije,no soy de exponerme demasiado al sol,pero me fascina ir a la playa todo lo que puedo,así que,tanto tu entrada de ayer como esta son muy útiles ahora.
ResponderEliminarBesos guapa!!
Precioso el post.
ResponderEliminarMe encanta el cuidado y el estilo que le has dado, y la información que aportas.
Un beso, guapa!