Para muchos lo del jet-lag es pura leyenda urbana. Para mi,
en cambio, una auténtica realidad. La verdad es que incluso los días de cambio
de horario pueden descolocar un poco el cuerpo, tan acostumbrado a sus rutinas.
Pues como os decía, hace algunos años crucé el charco y
durante tres días no fui persona. Debería haber pensado que aquello podía
pasar, pero claro, la emoción del viaje, los preparativos… Ahora ya, no
volvería a pasar. Y os propongo unas sinergias y unos consejos sencillos para
llegar llenos de energía a cualquier destino.
Antes de un viaje largo vale la pena intentar descansar,
llevar una dieta ligera durante unos días y tomar algo más de fruta. En el
medio de transporte elegido podemos utilizar alguna esencia relajante como la Mandarina o la Bergamota (ya sea por
olfacción como diluidas en aceite vegetal, en masaje en la planta del pie o la
cara interna de las muñecas)
Si nos mareamos también podemos echar mano de alguna
sinergia que nos ayude a pasar las náuseas y el malestar.
Roll-on “Me mareo en barco, en avión… ¡y hasta en ascensor!”
-
9 ml de aceite vegetal de almendra o avellana.
-
2 gotas de aceite esencial (esencia) de Mandarina
(Citrus reticulata)
-
2
gotas de aceite esencial de Albahaca (Ocinum basilicum)
-
2
gotas de aceite esencial de Menta Piperita (Mentha x pipperita)
Al llegar al destino, si tenemos difusor, podemos poner unas
gotas de aceite esencial Lavanda Verdadera y de esencia de Naranja Dulce.
Antes de ir a dormir, podemos tomar un baño o una ducha que
nos ayude a “sincronizarnos” con el nuevo horario.
Sinergia "Jet-lag"
- 3 cucharadas soperas de arcilla (también servirían 50 ml
de aceite vegetal)
- 5 gotas de aceite esencial de Manzanilla Romana
(Chamaemelum nobile)
- 5 gotas de aceite esencial de Lavanda Verdadera (Lavandula
angustifolia)
- 5 gotas de esencia de Pomelo (Citrus paradisii)
Se moja la arcilla con agua hasta hacer una pasta y se
añaden los aceites esenciales. Se vierte la mezcla en la bañera.
Si no hay bañera se ponen los aceites esenciales en el
aceite vegetal, se toman entonces tres gotitas de la sinergia y se ponen en una
toallita pequeña empapada en agua caliente. Pasamos la toalla enérgicamente por
el cuerpo (evitando zonas sensibles y mucosas)
Al día siguiente, si nos encontramos bajos de ánimos o aún
notamos cansancio podemos realizar olfacciones de Menta Piperita. Veréis que si
sois sensibles al dichoso jet-lag, lo pasaréis mucho mejor si os ayudáis de la
aromaterapia y por supuesto si lo complementamos con fitoterapia u otros
remedios no tendremos más que disfrutar de nuestro viaje.
Estupenda entrada,me viene de maravilla porque yo me mareo con todo yo creo que me mareo solo de pensarlo,bueno tomo nota.
ResponderEliminarbesos
Gracias por la información, me lo apunto todo. Yo antes viajaba mucho, y también me parecía una locura lo del Jet-Lagg, y eso que cómo soy fumadora me pasaba todo el viaje durmiendo. En viajes largos recomiendo coger un vuelo nocturno, pasarlo durmiendo si es posible y al aterrizar tomártelo cómo si fuera por la mañana, desayunar y ponerte en acción. Lo de comer y cenar... si tengo hambre antes de hora tomo una pieza de fruta y aguanto el tirón, hasta que en el país de destino de la hora normal para comer o cenar, hay que comer aunque no tengas hambre, porque si no lo haces nunca te adaptas al horario y todavía es peor.
ResponderEliminarPara el Jet-Lag ya tenía otra mezcla apuntada, os la paso por si os es de utilidad.
A.E. a partes iguales: Ciprés, Clavo, Limón, Menta Citrata, Menta Piperita e Ylang-ylang.
Propiedades: Ayuda a reajustar los biorritmos a nivel energético, facilitando la adaptación al cambio de horario. Despeja la mente y restaura la hidratación cutánea.
Se puede oler directamente del frasco o poner unas gotas de mezcla en un pañuelo.
Para la ducha 3 ó 4 gotas en una dosis de gel de baño.
Para un baño: 3 cucharadas soperas de sal marina impregnadas con 6 gotas de mezcla de A.E.
También me hacía un perfume oleoso concentrado: 1 Parte de mezcla de A.E. diluIuidos en 5 partes de Aceite de Jojoba, lo aplicaba en el plexo solar, detras de las orejas, muñecas y pies.
Un saludo y besitos.
Perdona, no había leído lo de la menta piperita... estoy contigo, es completamente imprescindible. Yo solía viajar al desierto o climas muy cálidos, el hidrolato de menta rociado sobre cara y escote me salvó de más de un golpe de calor, refresca mucho, despeja la mente y renueva las energías...
ResponderEliminarY una cucharada sopera de hidrolato de menta en la botella de agua, qué rica, cómo refresca la boca y calma la sed... impresionante.
Eso si, me creó adicción, ya no paso un verano sin él, JAJAJAJA
Besitos.