A raíz de la noticia de la
regulación de los productos homeopáticos como medicamentos ha surgido el gran
debate. Detractores y fieles usuarios se tiran de los pelos por diversas
razones. Que si no está demostrado científicamente y por tanto no hay evidencia
científica. Que si es un negocio de las farmacéuticas y las bolitas son solo un
placebo que engaña a los bobos. Que al no tener indicaciones terapéuticas no
debería ser considerada medicamento… La regulación de la homeopatía aparece como un interés económico más. Se quiere regular antes de decidir si es
o no un medicamento, si es o no efectiva…
Yo no tengo una opinión fundada
al respecto pero debo reconocer que cuando leí la frase “la homeopatía se cura
leyendo” en uno de los blogs médicos que sigo me dio mucha pena. Pena porque
desde el estamento médico se nos sigue considerando a los usuarios como bestias
pardas sin capacidad de discernimiento, reflexión o argumentación. Pena porque
se sigue creyendo que solo aquello demostrado científicamente puede ser
efectivo, válido, real. Pena porque se sigue creyendo que la investigación
científica permite la seguridad de los medicamentos que tomamos (¡cuántos medicamentos “evidenciados” y comercializados han resultado después ser muy
dañinos y retirados!) Pena porque se sigue creyendo que la Ciencia está libre
de intereses económicos… Pena porque se relega a un segundo plano el camino de
las técnicas cualitativas (aquellas que recogen los sentimientos, experiencias,
emociones, vivencias…) y que son la base de las Ciencias Sociales (¡que también
son Ciencia!)
Yo no sé “si creo en la
homeopatía”. Yo no sé “si funciona”. Y me niego a utilizar el “a mí me funciona”,
vaya a ser que ciertos sectores de la sociedad me crean tonta y ya no me
permitan votar, o estudiar, o expresarme… Quizá aún no tenga una opinión sobre
la homeopatía, pero sí sobre el jaleo que se está formando.
Si la regulación es un intento de
ganar dinero, será como con la medicina alopática. A la que le dan igual las
causas y solo trata signos y síntomas, a la que le dan igual todos los aspectos
psicosociales o relacionales de la salud y la enfermedad. Además, hay unas normas que exigen que los medicamentos sean científicamente probados, si la homeopatía no se puede demostrar científicamente, estará contradiciendo estas
normas y por tanto no debería ser considerada un medicamento.
Abanderar el “solo es un placebo”
me parece de un extremo paternalismo en un momento en el que la autonomía y los derechos de los pacientes (queremos ser “actientes”) deberían ser respetados. Quizá
justamente habría que estudiar dicho efecto placebo. Si la comunidad científica
está tan convencida de que esto es así y cada vez más personas utilizan la
homeopatía porque “a ellos les funciona”, ¿no habría que valorar si el efecto
placebo está ayudando de alguna manera? ¿Sería esto condenable?
Entiendo el interés de la
comunidad médica en protegernos de la charlatanería, de los engaños y de los
posibles peligros de terapias milagro que nos alejarían de la medicación que
realmente nos puede ayudar. Totalmente comprensible y de agradecer porque NUNCA debemos sustiuir tratamientos efectivos y reconocidos por terapias no constrastadas. Pero la fina línea del paternalismo tiende a aparecer.
Ah, el paternalismo. Los mismos
que te dicen que te informes, que no te dejes engañar por las terapias alternativas
buscan que dependas de un sistema un tanto extraño:
- Me duele la cabeza.
- No te automediques.
- Me voy a urgencias... (porque me duele AHORA y no se si me dolerá en un mes cuando tenga la visita con el de cabecera
- ¿Has venido a urgencias por un dolor de cabeza? ¡Las urgencias están saturadas, es que la gente consulta por nada!
- ¿Y cómo sabré si es nada o tengo algo grave?
- ...
- En realidad, creo que me duele por estrés, porque tengo muchos problemas económicos, cuido a una persona dependiente, estoy en tensión, tengo la espalda siempre inflamada...
- Pastillita.
- Ya, pero eso no tratará las causas, ¿no? (porque son psicosociales ;)
- Pastillita.
- O_O
Bueno, algunos te animan a que comas sano, hagas ejercicio... ¿Cómo? Si no hay ni tiempo ni dinero... Si hay que ir a trabajar aunque te estés muriendo...
El quid de la cuestión está la
educación en salud, en la promoción de la salud y en el respeto a la autonomía
de la persona. Nos dicen que la homeopatía “se cura leyendo” pero leyendo, ¿el
qué?
Los Colegios profesionales de Médicos, Enfermeros o Farmacéuticos enseñan Homeopatía. Te encuentras
prescripción en las consultas de medicina de familia del CAP, ¡incluso en las “naturales”
nuevas salas de partos! Las Universidades ofrecen posgrados sobre homeopatía. Por
otro lado, y con razón, asociaciones de estudiantes de medicina o de médicos,
químicos y otros científicos te dicen que la Homeopatía es un chanchullo. Como
sucedió con la vacuna del papiloma humano, que si sí, que si no, que si hay
evidencia pero la venden como les conviene, que si se pone a menores sin
preguntar sobre su actividad sexual, que si se pone en colegios en vez de en el
CAP, que si hay niñas con serios efectos secundarios, que si unos dicen que sí
y otros te dicen que no, que es totalmente voluntario pero si te niegas se te
señalará con el dedo…
Con la Aromaterapia nos sucede lo mismo. Hay estudios que avalan su eficacia pero no se puede hablar de evidencia científica. Ahora es la Homeopatía, mañana serán los aceites esenciales.
No hay evidencia de la efectividad de la Aromaterapia durante el parto (Sociedad Madrileña de Medicina de Familia)
Estudio en PubMed: la Aromaterapia demuestra su validez durante el parto para ayudar contra la ansiedad y el miedo.
Estudio en PubMed: Aromaterapia útil en la menopausia.
Cochrane: el ae de menta en náuseas postoperatorias, mejor que placebo, pero peor que tto. habituales.
Lavanda: insuficiente evidencia (que no es lo mismo que ineficaz)
¿A quién creer? Si tengo esta información contradictoria, ¿qué debo hacer?
No hay evidencia de la efectividad de la Aromaterapia durante el parto (Sociedad Madrileña de Medicina de Familia)
Estudio en PubMed: la Aromaterapia demuestra su validez durante el parto para ayudar contra la ansiedad y el miedo.
Estudio en PubMed: Aromaterapia útil en la menopausia.
Cochrane: el ae de menta en náuseas postoperatorias, mejor que placebo, pero peor que tto. habituales.
Lavanda: insuficiente evidencia (que no es lo mismo que ineficaz)
¿A quién creer? Si tengo esta información contradictoria, ¿qué debo hacer?
Seguir leyendo, sí señor,
informarme, valorar la información, elaborarla, tomar una decisión,
argumentarla y aceptar sus consecuencias. Y pedir que se respete. Porque hasta
que TODA la comunidad científica no se ponga de acuerdo, nosotros tampoco
podremos hacerlo…
Yo no me voy a posicionar ni a
favor ni en contra. Yo confío en que:
No sustituirás a tu médico por ninguna
terapia, porque éstas, justamente, son complementarias y él debe saber que las
usas.
Serás capaz de valorar lo que te funciona
o no, si te están engañando, si te estás autoengañando.
Conocerás y respetarás las precauciones de
empleo de cualquier producto homeopático, fitoterapéutico, aromaterapéutico…
Entenderás la salud como un equilibrio
biopsicosocial (y porqué no, emocional y espiritual…) y priorizarás la
prevención: intentando comer sano, hacer ejercicio, no tener hábitos tóxicos,
potenciar aquello que te gusta, estar con los que amas…
Exigirás que se respeten tu autonomía y
tus derechos como usuario del sistema sanitario. Respetarás tus deberes de la misma manera.
La Evidencia Científica es necesaria. Mucho. Pero también las experiencias de los pacientes. ¿Un ejemplo? El maltrato psicológico. Desde las Ciencias Sociales podemos pasar cuestionarios y hacer estadísticas (¿Te sentías maltratado? Sí/No) pero lo que nos enriquece son los relatos, los matices, las experiencias de las personas afectadas…
El amor, el bienestar con un
abrazo, la sonrisa ante una melodía… No sé si estarán demostrados científicamente…
Pero qué bien sientan, ¿verdad? Qué bien sientan…
Triste, pero cierto. El interés económico está detrás de todo esto, igual que loestá de los medicamentos que sí lo son, o los productos alimentarios, o mil cosas más.
ResponderEliminarMuy biene xpuesto.
Aunque yo sí pienso decir que algo me funciona aunque no lo considere científico o cierto la entidad gobernataria pertinente.
Afortunadamente, muchos médicos están cambiando de opinión y son cada vez menos "científicos " (si por científico se supone cerrarse sólo a lo considerado como auténtico y verdadero por política económica y social) y recuerdan que las raíces de la medicina residen en lo que tachan de superchería, como es el uso de hierbas, barros, esencias, y ungüentos. Que sí, que hemos avanzado mucho y hay cosas que necesitan de medicamentos específicos con unas concentraciones que la naturaleza no nos da, pero no son excluyentes, sino complementarias.
Besos!
Muchas gracias por tu comentario, Miss! Tú lo has dicho, complementarias... Un saludo!
EliminarQue razón tienes, no existe la magia ni la medicación que cura, existen los problemas, y hay que mirar cada caso como lo que es, PERSONAL, no a todo el mundo le va bien el paracetamol, ni el ibuprofeno, ni tantas otros medicamentos que dan los médicos como caramelos y sin mirarte (porque a mi me pasó en muchas ocasiones)
ResponderEliminarSolo a veces con escuchar, o decir una palabra amable podemos sacar una sonrisa o sacar lo que tenemos dentro hablando, que es mucho mejor que cualquier medicamento, pero señores, como no está científicamente probado...
En conclusión si la homeopatía es un sacrilegio, ¿porque en las universidades se están haciendo masters? (para médicos y enfermeras exclusivamente) si alguien tiene la respuesta que me lo diga por favor...
Un saludo Arlette y enhorabuena por el blog